Disrupción Tecnológica... Nadie escapa a los Cambios

Elaborado por: Rafael Simón Hernández 


En días recientes, observaba una presentación que me acercara un amigo, en la cual se hacía un recuento de situaciones, productos y personajes que recordaban nuestra infancia…esto, unido a estar en los últimos días metido de cabeza en la lectura (de temas históricos, económicos y de tecnología), me hizo pensar en los muchos cambios que hemos visto pasar delante de nuestros ojos -en el plano económico, tecnológico y social- durante los últimos 30 años, pero sobre todo, y de una manera arrolladora, los cambios que hemos visto en los últimos 18-19 años desde la aparición y posterior extensión de Internet. 


En 1991, Tim Berners-Lee fue el primero en desarrollar una implementación basada en red de concepto de hipertexto. La idea/visión de Berners-Lee, era configurar una red en la que “todos” pudieran compartir información sobre investigaciones, documentos, estudios; establecer vínculos entre todos ellos y acceder a los mismos sin protocolos, sin mayor restricción y con total sencillez.


Sin embargo, dentro de lo que constituyen el grupo de expertos en el área, consideran como punto decisivo para la World Wide Web (WWW) la introducción de Mosaic en 1993, un navegador web con interfaz gráfica, desarrollado por un equipo en el National Center for Supercomputing Applications en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (NCSA-UIUC), liderado por Marc Andreessen.


Mosaic fue finalmente suplantado en 1994 por Netscape Navigator de Andreessen, que reemplazó a Mosaic como el navegador web más popular en el mundo en su momento…a partir de ahí, la humanidad ha experimentado el acceso y cercanía a millares de sitios en los que recabar documentación e información, ha podido expandir las fronteras del conocimiento de una manera brutal, ha podido contemplar la apertura a opciones para disfrute/consumo en un ramillete de alternativas hasta entonces impensables, se generaron nuevos modelos de negocio, aquello que los productores de bienes y servicios denominaban “el mercado” se resquebrajó, dando paso a florecer desde él, una cantidad inusitada de mercados diversos, particulares, específicos, y de características verdaderamente globales.


Aquí, creo merece la pena comentar acerca de la “disrupción tecnológica”… Disruptivo es un adjetivo utilizado en Física, cuya definición en el diccionario de la RAE es "Que produce ruptura brusca". El termino tecnología disruptiva fue acuñado por Clayton M. Christensen y presentado en 1995 con su artículo “Disruptive Technologies: Catching the Wave”, como coautor junto con Joseph Bower. El término viene, a hacer referencia a algo que produce grandes cambios, que viene a socavar las bases de una estructura conocida, que promociona nuevas formas de hacer las cosas de una manera profunda, sostenible, permanente.


Ahora bien, hasta la aparición de estos súper navegadores y su uso masivo, lo que se consumiría en “el mercado” (ropa, alimentos, música, libros, juegos y un largo etcétera) venía pre-configurado/determinado por lo que las empresas más grandes y potentes de cada uno de los sectores consideraban sería nuestra moda. Es decir, estas grandes empresas desarrollaban productos/servicios que junto con el control de las grandes cadenas de distribución y un avasallante plan de marketing, lograban “dirigir” al grupo de consumidores y extraer de sus bolsillos unos importes medios por la adquisición de estos productos y servicios. En ese sentido podríamos decir, que “modelaban” nuestros gustos y preferencias.


Para entenderlo y visualizarlo de una manera sencilla, tal vez uno de los sectores con mayor pedagogía sea el de las grandes compañías discográficas.


Durante buena parte del siglo XX, las empresas discográficas escogían para dar forma, grabar y promocionar a una cantidad pequeñísima de personalidades o grupos (muchos grupos o cantantes realmente talentosos quedaban en el camino a la espera de alguna oportunidad) con los que hacían sus apuestas en el mercado. Haciendo las labores correspondientes y extendiendo sus linderos de acción hasta las emisoras radiales, nos metían a un grupo “bien determinado” entre las opciones o alternativas que el consumidor podía disfrutar, y estando en esa dinámica tan particular del sector, era obvio que las alternativas para “hacernos-adquirir” un LP (discos de vinilo), casette y posteriormente CD en una discotienda era en conjunto “limitado”. La popularidad de personalidades o grupos lo reforzaban con aquellos Hit Parade que terminaba redundando en buena medida en la venta de discos.


Las empresas discográficas lograron con algunos trucos/aditamentos especiales (lanzar al mercado a cantantes o grupos jóvenes, con letras irreverentes, de una vestimenta particular, hacerlos también el objetivo perfecto de los paparazzi, grandes campañas de marketing acerca de lo que hacían para bien o para mal, entre otros) ir perfeccionando, progresivamente, el método de vender ejemplares de sus artistas y extraer grandes ganancias del mercado, sintiéndose en la cima del mundo entre la década de 1990-2000, cuando las ventas de estos se duplicaron con respecto a otras etapas…el ritmo de crecimiento era vertiginoso, el público arrasaba con los discos y parecía todo ir viento en popa.


Sólo por mencionar alguna cifra, el 21 de marzo de 2000 Jive Records lanzaba al mercado el 2° álbum de NSYNC, y para la 1° semana las ventas del mismo superaban 2.400.000 copias, durante 8 meses estuvieron encabezando las listas de popularidad y para finales de ese año habían vendido 11.000.000 de discos.


Sin embargo, a partir de ahí el piso comenzó a moverse, las condiciones habían cambiado, algo había hecho su aparición en el mercado y había modificado patrones, las empresas discográficas empezaron a experimentar la “caída sistemática” de sus ventas; pero qué o quién había promovido aquello?...Para tener una idea, si bien para el año 2000 los primeros 5 álbumes vendieron 38.000.000 de copias; en 2005, los primeros 5 en el mundo, sólo vendieron la mitad (19.700.000 copias).


Aquello de Internet, la aparición en ella de Napster (hoy desaparecida) y otros sitios de intercambio online de música, la aparición en el mercado de opciones para grabar y editar música propia, que permitió a una infinidad de grupos hacerse presente en la red y empezar a generar adeptos, robar mercado y generar sus propias estrategias de penetración y posicionamiento; habían empezado a socavar las bases de esa industria…ahora los usuarios no tenían porque comprar un álbum completo para disfrutar de las 2 ó 3 canciones que eran las que realmente gustaban del disco; ahora podían conseguirla en estos sitios en la web a costo cero.


El fenómeno es tal que, aún hoy día, pese a las batallas legales contra estas opciones en una persecución sin cuartel, millones de usuarios intercambian diariamente canciones y otro tipo de archivos.


En términos económicos, el mercado había expandido sus límites y el “Long Tail” comienza a marcarnos nuevos rumbos… “La larga estela o larga cola (en el original en inglés The Long Tail) fue una expresión acuñada por Chris Anderson en un artículo de la revista Wired de octubre de 2004 para describir determinados tipos de negocios y modelos económicos tales como Amazon.com o Netflix.” 


Todo había empezado a cambiar, de una manera avasallante y sorpresiva…el mundo ya no sería lo mismo!
 
P.D. Imagen tomada de Getty Images, bajo la categoría "Sin Royalties". Ver: http://www.gettyimages.es/detail/76038914/Stockbyte

El Hombre y su Afán por "Conocer el Futuro"...

Elaborado por: Rafael Simón Hernández


Cuántas veces ha pasado por nuestra cabeza -a cualquiera dz nosotros- la frase “de haber sabido que esto ocurriría, habría aprovechado para…”. La frase encierra una idea muy poderosa, y es la de poder conocer algo del futuro, poder adelantarnos a ciertos hechos…al parecer, esa ha sido una idea recurrente en la especie humana y algo además sobre lo que se ha venido trabajando incansablemente, por diversos métodos, por modelos diferentes. Todo para poder “predecir el futuro”.


Imagínense…poder conocer cómo cotizaría tal o cual acción en la bolsa en un par de semanas, cómo se moverán nuestras monedas en uno, dos o tres meses, qué nuevos productos y bienes serán necesarios en un período futuro muy cercano, y poder apostar      -desde ya- en la materialización del mismo, en fin…


Desde la concepción lineal del tiempo que tienen la mayoría de las civilizaciones humanas, el futuro es esa porción/parte de la línea temporal que todavía no ha sucedido, es lo que está por ocurrir, por acontecer; siendo, tanto parte del futuro el día de mañana como las próximas semanas, meses ó años.


Para nosotros, el futuro sería una especie de “conjetura”, sobre la cual podríamos intentar anticiparnos -de un modo muy rupestre- según nuestras creencias e información disponible, ejerciendo la especulación sobre tal o cual hecho, ó haciendo esfuerzo por teorizarle y hasta calcularle, a partir de datos en un instante de tiempo concreto. Como mera curiosidad, resulta que para la “física”, el tiempo es tan singular que es considerado como una cuarta (4°) dimensión.


Tal vez los inicios del arte por intentar conocer algo del futuro, pudiéramos encontrarlos en aquellos hombres que dedicaban su tiempo a las observaciones de los cuerpos celestes para la astrología, siendo que pudieron determinar, con impresionante precisión, los cambios que experimentaban los mismos siguiendo determinados patrones.


Desde esa rama del saber, y de ahí en adelante, el esfuerzo de curiosos y profesionales de todas las áreas ha sido enorme por intentar conocer desde “el hoy” algo acerca del “futuro”, desarrollando métodos cada vez más sofisticados para lograr “pronosticar” el futuro, siendo que asumimos en este proceso de estimación la existencia de situaciones desconocidas, riesgo e incertidumbre.


Dejando a un lado las bolas de cristal, las cartas, el tabaco y otras artes y herramientas, reparamos en que las matemáticas y la estadística resultan en elementos claves en los intentos científicos de pronosticar el futuro. El pronóstico estadístico, vendría a ser el proceso de estimación en situaciones desconocidas usando métodos probabilísticos, utilizado para la estimación de series de tiempo, secciones cruzadas o datos longitudinales. “Los métodos de pronóstico econométrico (econometric forecasting), asumen que es posible identificar los factores subyacentes que pueden influir en relación a la variable que es pronosticada. Si se comprenden las causas, entonces se pueden hacer proyecciones de las variables que influencian y utilizarse en el pronóstico. Por otra parte, los métodos de pronóstico por juico (judgemental forecasting), incorporan juicios intuitivos, opiniones y estimaciones de probabilidad, como en el caso del Método Delphi, con la construcción de escenarios y simulaciones”.


Ahora bien, leyendo un material curioso, encontré unas referencias acerca de un hombre llamado Bruce Bueno de Mesquita, a quien llaman “el hombre que ve el futuro”, y me llamo la atención.


Resulta que este señor, Bueno de Mesquita, es un Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Nueva York y colaborador permanente del Instituto Hoover de la Universidad de Stanford, aparte de ser colaborador también de la CIA y del Departamento de Estado de USA, y comentan que, a lo largo de los últimos 30 años, Bueno de Mesquita ha hecho miles de predicciones sobre asuntos que van desde la geopolítica hasta temas más de índole personal.


La forma de hacerlo?...Bueno de Mesquita formuló -alrededor del año 1979- “un modelo matemático para examinar las elecciones que la gente podía hacer y la probabilidad de que sus acciones dieran como resultado, o bien la diplomacia, o bien la guerra”.


Claro está, este amigo no busca predecir acontecimientos o hechos aleatorios, por lo que no intenta ganar en el premio de la lotería, tampoco lo hace con los movimientos de la bolsa, etc. Bueno de Mesquita se limita a trabajar/predecir en torno a situaciones “estratégicas, en las que un número, relativamente pequeño, de actores/agentes regatean, negocian o en las que sus acciones pueden inclinar la balanza a uno u otro lugar.


En el modelo, Bueno de Mesquita utiliza las suposiciones de Nash sobre “Teoría de Juegos”, un área de la matemática aplicada que utiliza modelos para estudiar interacciones en estructuras formalizadas de incentivos (los llamados juegos) y llevar a cabo procesos de decisión. A grandes rasgos, encontramos una situación o un juego, en la que interactúan agentes ó jugadores que, motivados por el interés propio/particular, harán aquellos movimientos que tengan a su disposición para conseguir sus objetivos.


Por supuesto, no todo ha sido éxitos para este amigo, pero ha logrado acertar conveniente y oportunamente en varias situaciones límite para los asuntos del Departamento de Estado, y continúa trabajando junto a sus estudiantes para, por ejemplo, determinar soluciones a la crisis en Oriente Medio con el tema nuclear, sobre las alternativas de paz en el conflicto palestino-israelí, sobre posibles negociaciones y propuestas para configurar acuerdos en relación al cambio climático, entre otros.


Lo cierto es que, para los tiempos que corren, sería deseable poder vislumbrar con certeza algo del futuro que nos espera en el corto-mediano plazo, vistos:

.- los cambios en la previsiones de crecimiento de las principales economías del mundo recientemente;

.- vistas las presiones a las que están siendo sometidas las economías europeas en sus planes de ajuste y la carga de sus deudas soberanas;

.- vista la desaceleración de otras economías importantes como las de los mercados emergentes;

.- la desconfianza de consumidores e inversionistas en muchos puntos del orbe; y

.- algunas otras crisis que pudieran estar "ocultas" debajo de las alfombras de gobiernos, bancos y empresas…


Yo solo terminaré con una frase del inigualable Woody Allen, que dice: “Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”!!!