El Riesgo – País, referencia obligada para invertir (Parte I)

Por Mónica Llerena H.

Con base en los resultados de la caída de la Inversión Extranjera Directa mencionados en un artículo anterior, pudimos ver que el desempeño de las inversiones está muy relacionado a las condiciones económicas y políticas de un país. Por ello, el monitoreo y análisis del crecimiento económico, tasas de interés, inflación, liquidez, facilidad para emprender negocios, derechos sobre la propiedad privada, estabilidad política, entre otros, son tareas obligadas a la hora de decidir donde invertir.

En la década de los noventa, los mercados de capitales observaron los crecientes flujos de inversión hacia los mercados emergentes. Entre 1990 y 1996, los flujos de capitales privados hacia estos mercados se quintuplicaron de 44 billones de dólares americanos a 243 billones (crecimiento de 452%). En 1996, la fuente del 45% de estos flujos, de acuerdo al trabajo de Oetzel, Bettis y Zener titulado “Country Risk Measures: How Risky Are They?”, fue Inversión Extranjera Directa (IED). Tan solo México, Brasil y Argentina recibieron el 80% de la inversión privada en Latinoamérica entre 1990 – 1995.

Por otro lado, se señala que en esa misma década, también sucedieron eventos negativos en el ámbito económico y político de los mercados emergentes. Recordemos la crisis del peso mexicano en 1994, la devaluación del real brasilero, la quiebra masiva de instituciones financieras en Bangkok entre 1997 y 1998, el colapso del gobierno de Indonesia y la economía de Malasia.

Con estos resultados, todos los promotores de IED reconocieron la necesidad de analizar factores más allá de incapacidad de pagos de un país, para concluir si este era ó no riesgoso para invertir. Especialmente se necesita un análisis más integral, porque la IED es un tipo de inversión de mediano o largo plazo (horizonte de al menos 5 años). Recordemos que estas inversiones las dirigen principalmente trasnacionales para la ampliación de sus propios negocios.

Es así como aparece el riesgo – país a manera de guía para pronosticar los eventos políticos y económicos que un país pudiera enfrentar y que incidan en su clima de negocios. Este indicador “está asociado a la probabilidad de incumplimiento en el pago de la deuda pública de un país, expresado como una prima de riesgo”[1].

Ahora, ¿quiénes calculan el riesgo – país y como lo hacen?. Las mediciones mayormente utilizadas son elaboradas por agencias especializadas como JP Morgan y Euromoney, así como las realizadas por calificadoras que asignan riesgo a las emisiones de deuda soberana, tales como Moody´s, Standard & Poors y Fitch-IBCA.

JP Morgan (Banco de Inversión), publica el índice de riesgo - país conocido como EMBI+ (reconocido por el gobierno central), el cual mide el diferencial entre el rendimiento financiero de la deuda pública del país seleccionado respecto del que ofrece la deuda pública norteamericana, que se considera que es “libre” de riesgo de incumplimiento de pago. Este índice compuesto contempla principalmente países emergentes (está el EMBI que se enfoca en instrumentos estrictamente líquidos: “Bonos Brady”).

La construcción del índice se realiza definiendo primeramente los países y los instrumentos financieros que lo integrarán. Un país es considerado emergente, por su habilidad para pagar la deuda externa, siguiendo que sus calificaciones crediticias se ubiquen hasta la categoría BBB+/Baa12. Los bonos incluidos en el EMBI+ son de distintos tipos: Bonos Brady, préstamos y Eurobonos, siendo los países que actualmente lo integran los siguientes: Argentina, Brasil, Bulgaria, Colombia, Ecuador, Egipto, Malasia, México, Marruecos, Nigeria, Panamá, Perú, Filipinas, Polonia, Rusia, Sudáfrica, Turquía, Ucrania y Venezuela.

El índice, que mide el spread entre los bonos del tesoro estadounidense y los bonos del país emergente, se expresa en puntos básicos (pb), donde por cada 100 unidades se paga 1% por encima del rendimiento de bonos libre de riesgo. En ese diferencial, está inmersa la posibilidad de que el gobierno del país emergente incumpla con el pago de su deuda por lo que los inversionistas antes de colocar el dinero en un país con alto riesgo, demandarán que tales inversiones generen un rendimiento tal que cubra ese riesgo.

Observemos el desempeño del índice para un grupo de países latinoamericanos. El gráfico muestra el índice calculado para Venezuela (utilizando el bono Ven Global 27). Según informe publicado por el Ministerio de Finanzas para el mes de junio de 2009, su índice se ha paseado desde valores menores a 700 pb (agosto) del 2008) hasta el que ostenta actualmente de 1.168 pb, lo que la coloca como el país emergente latinoamericano cuyo riesgo - país es mayor, seguido por Argentina con 1.149 pb.

Emerging Markets Bond Index Plus (EMBI+)


No obstante, de acuerdo cifras del Banco Central de Venezuela y la Reserva Federal de Estados Unidos, el riesgo país se redujo de 1.431 puntos en diciembre de 2008 a 987 puntos a finales de julio de 2009. Esto equivale a decir que los inversionistas exigen un rendimiento mínimo de 9,87 puntos porcentuales por encima del retorno de las del bono del tesoro de Estados Unidos [2].

Como vemos, este indicador es sumamente dinámico y volátil. Por ejemplo, en febrero de 2009, el índice de riesgo – país de Venezuela, subió a 1.810 pb. Los inversionistas percibían que la posibilidad de reelección del actual presidente de la República y las expectativas a la baja del precio promedio del petróleo, podrían influir negativamente en el cumplimiento de las obligaciones crediticias.

En la próxima entrega se presentarán los elementos más importantes del riesgo – país publicado por otras agencias, así como las críticas encontradas sobre el indicador.

[1] Cuadernos BCV Nº11, El Riesgo-País y sus determinantes
[2] http://www.venelogia.com/archivos/2921/

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