Elaborado por: Rafael Simón Hernández J.
Es mucho lo que se comenta y especula, sobre las razones que han hecho posible el despegue económico/social -no entraré en temas políticos, por ahora- de algunas naciones en comparación a otras, desde poco menos de la primera mitad del siglo XX; y aún cuando la intención del artículo no es llegar a formular a ciencia cierta cuál ha sido el factor determinante para que ello haya ocurrido (si la economía, la ética, la filosofía, el dominio militar, entre otras), lo que sí quisiera hacerles llegar es la reflexión de que, las ideas de marcar patrones, las ideas para generar tendencias en la esfera político-social-económica, se han ido desarrollando en ciertos polos de pensamiento, que nos han vendido a modo de guía acerca de por dónde ir.
Hay quienes argumentan, que gran parte de los avances de las naciones más desarrolladas del mundo se debe a la promoción de sus cabezas pensantes, compaginado con cierto “robo” de cerebros para insertarlos en sus instituciones rectoras.
El tema hoy día cobra mucha vigencia, sobre todo, por las dificultades para salir de la crisis económico-financiera y la anestesia que ha esparcido a lo largo y ancho del globo en estos -poco más de- dos años, y por la idea, siempre presente, de que el futuro es realmente impredecible.
En ese sentido, creo que entender qué son los “think tank” y para qué sirven, pudiera servir de mucho a la hora de visualizar salidas…
Un "think tank" ó “tanque de pensamiento”, está definido como una organización / institución investigadoras, que ofrece consejos e ideas sobre asuntos de políticas públicas, política exterior, comercio e intereses militares, entre otros.
El término think tank, tiene su origen inmediato en la II Guerra Mundial. Los militares norteamericanos, denominaron “think tank” a departamentos de los ministerios y de las agencias gubernamentales que realizaban investigaciones sobre cuestiones bélicas y de las políticas públicas para después de la contienda. Se trataba pues, de equipos de expertos en diversos campos, que trabajaban de forma secreta y cuya labor era desconocida por el personal ordinario.
Una vez resuelto el problema de la guerra, los think tanks cargaron con el propósito de introducir los nuevos conocimientos de las ciencias sociales en la gestión de los asuntos públicos. Sus responsables creían que, la aplicación del método de análisis científico -de la economía o la sociología- daría respuesta inmediata e infalible a los problemas que generaban la administración pública, el desarrollo urbano, el aumento de la población ó el crecimiento económico en toda su complejidad y magnitud.
Ahora bien, aún cuando sus expectativas no se vieron satisfechas por completo, quedó la idea de que los think tanks constituían un instrumento muy útil de participación de la sociedad civil en la esfera pública, y ayudan a gestionar el conocimiento para la toma de decisiones sobre temas políticos, económicos y sociales.
Ciertamente, pueden también considerarse estos think tank, instrumentos de presión de determinadas elites políticas y económicas, que se sirven de ellas para alcanzar mayor notoriedad e influencia. Algunos estudiosos del tema, les llaman incluso “gobiernos en espera”…
Quienes siguen de cerca el fenómeno, comentan que, las propuestas elaboradas desde los think tanks han ejercido una alta influencia en la evolución de las ideas políticas y económicas de los países desarrollados, desde la II Guerra Mundial.
Por ejemplo se comenta que, uno de los principales mentores de la corriente del “monetarismo” fue el "Institute of Economic Affairs", establecido en el Reino Unido en 1955 para extender la filosofía del libre mercado entre científicos y empresarios. En esa misma línea se comenta, que fue este think tank, junto con el "Center for Policy Studies" y el "Adam Smith Institute", quienes guiaron la política de Margaret Thatcher y los conservadores británicos en asuntos tan relevantes como la privatización, la liberalización de mercados, el aumento de la competencia o la reforma laboral.
Sin embargo, independientemente si hacen o no gobierno en determinado momento, si son estructuras chicas o grandes, con mucho o poco presupuesto, lo que sí logran es desarrollar una investigación operativa a “medio camino” entre el trabajo a largo plazo de la universidad y la gestión del día a día de los poderes públicos, haciendo de ellos verdaderos mediadores del mercado de las ideas políticas.
Muy recientemente, hurgando en la web, ubique un Blog de un señor llamado Andrés Ortega, y en el comentaba que, el “Instituto de Investigación en Política Exterior (FPRI) de Filadelfia acaba de publicar un extenso estudio sobre los 5.080 think tanks y programas de la sociedad civil que ha contado en el mundo, y elegido (tras la valoración de expertos) a los 10 mejores (excluidos los de USA, pues en muchos casos sería como comparar el Pentágono con cualquier Ministerio de Defensa normal)”.
El informe hacer saber también, el considerable crecimiento que este tipo de organizaciones experimentó entre 1991-2000, más sin embargo, para los últimos 7 años, se ha experimentado una especie de frenazo (la tasa de crecimiento de estas unidades en los últimos años, ha sido inferior a las experimentadas en la década del ’70).
Según en FPRI, la razón del crecimiento de los años ‘90 está, “en la revolución de la información que ha incrementado el volumen de ideas, el fin del monopolio de los gobiernos sobre la información y la creciente complejidad y naturaleza técnica de los problemas políticos que dificultan la toma de decisiones”. En cuando a su declive comentan que, una razón muy fuerte tiene que ver con un cambio de prioridades en la financiación, que ahora se dirige más a proyectos concretos y a corto plazo que a crear instituciones.
Lo que debería llamar la atención y reflexión, es que un 37,8% de estos centros están en Norteamérica (1.176 en USA); un 23,8% en Europa Occidental, y tan sólo un 8,03% en América del Sur, esencialmente en Argentina, Chile, Brasil y Colombia.
Los diez ganadores (hay que insistir, excluyendo a los de USA), son los siguientes:
- Centro de Estudios de Política Europea (CEPS), Bruselas
- Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), París
- Instituto Alemán de Política y Seguridad Internacionales (SWP), Berlín
- Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO), Moscú
- Internacional Crisis Group (ICG), Bruselas
- Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), Londres
- Centro Jaffa de Estudios Estratégicos, Tel Aviv
- Instituto Japonés de Asuntos Internacionales (JIIA), Tokio
- Real Instituto de Asuntos Internacionales (Chatham House) de Londres
- Instituto de Shanghai de Asuntos Internacionales (SIIS)
Vale la pena como país, dar un empujoncito a científicos que quieran ponerse a pensar…