¿Es Venezuela un país rico?
Sólo para “algunos” éste país no está en crisis y es bueno comentarlo, porque
esos “algunos” quienes manifiestan
semejante idea son quienes hacen Gobierno desde hace ya poco más de 15 años.
Para esa masa, encabezada hoy por el propio Presidente Maduro aquí no está
pasando nada -ni problemático ni traumático-, la cosa está chévere, la cosa está
funcionando, el modelo va andando como quieren (a según) que ande.
Resulta al menos curiosa la
situación, pero hay que recordar que, si tomamos en cuenta los aportes desde el
mundo de la psicología “percepción es
realidad”, así que eso nos coloca en un país que está viviendo -al menos- dos realidades, viviendo
dos situaciones mutuamente excluyentes, en dos sintonías absolutamente
distintas.
No obstante y en aras de ver dónde
estamos, qué hacemos, para dónde vamos, de buscar un rumbo
distinto a toda esta realidad bifocal, y con el ánimo de generar contexto, sería
interesante tratar de conocernos un poco más como país, y tratar de indagar si el “paradigma” con el que venimos haciendo / viviendo
desde hace mucho tiempo (incluso, más allá de los últimos 15 años) de que “somos un país rico” es cierto (?), porque es
una idea, es un concepto al que se suele aludir -permanentemente- cuando se tocan
temas políticos, económicos, culturales y sociales.
Utilizo aquí el término “paradigma” desde de la cosmovisión.
Hago referencia al término para -desde la ciencia social- referirme al conjunto
de experiencias, de creencias y de valores que afectan la forma en que un
individuo percibe la realidad, y por ende la forma como ese individuo termina respondiendo a esa
percepción.
Entonces:
¿somos los
venezolanos -así de simple- ricos?;
¿somos ricos por el sólo hecho de tener petróleo
bajo nuestros píes?;
¿nos podemos dar el tupé de creernos "potencia" a partir de esa
riqueza? Veamos...
Para tratar de entender la dimensión de si somos ricos o no, haré un ejercicio muy simple:
Siendo ricos -en función de que tenemos
petróleo y las mayores reservas del mundo de dicho combustible fósil- propondré que, al final de un año “x” nos repartamos entre todos los venezolanos el
dinero que ha generado el negocio petrolero... sin distinción de edad, profesión,
color político, religión ni ninguna otra cosa; y además supondremos que esa repartición
de todo el pote (los ingresos) generado en un año se hará sin tomar en cuenta o consideración
si tenemos pagos pendientes de deuda (como país o como industria), si tenemos
que hacer reinversión en la propia industria, si tenemos que actualizar equipos, si
tenemos que hacer mantenimiento de los equipos existentes, más un amplísimo etc. (nada que nos desvié del disfrute del botín)! Todo resultará en ganancia que nos repartiremos por igual!!! Suena bien, en principio...
Tomaré para el ejemplo la data
oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), en concreto la de ingresos por
exportaciones petroleras para el año 2012 (vale destacar que aún cuando puedo estimar cuánto fue el resultado por este concepto a finales del año pasado, no hay nada oficial, pues el BCV no se ha dignado a hacerla pública, así que).
Para el año 2012, BCV registra para
Venezuela ingresos por exportaciones de crudo por el orden de USD 93.569 MM.
Asumiré que somos en Venezuela
unos 29 millones de habitantes, que la repartición se hace en bolívares (Bs.), a tasa
de cambio oficial (6,30 Bs./USD), y además llevaré el número a lo que significa tener esos
recursos por habitantes por día. Eso nos da:
USD 93.569
MM x 6,30 Bs. x USD / 29.000.000 personas = Bs. 20.327 x persona / 365 =
Bs.
55,69 por día, por persona.
Creo que sobran las palabras para
entender que con Bs. 55,69 en Venezuela, por día, para todos aquí, dado el nivel de
inflación que malvivimos junto a todas las demás distorsiones que nos rodean en
nuestro entramado socio-económico, es claro que resultaría imposible mantenernos,
subsistir, sobrevivir.
El ejercicio vale para, a partir de allí, reflexionar entendiendo desde una dura realidad que estamos lejos de ser un país rico!!!
Lo que tenemos que entender es que:
i) disponemos sí de unos recursos que tenemos que trabajar;
ii) tenemos que hacer enormes esfuerzos para transformar esos recursos de manera eficiente y además potenciar la industria;
iii) tenemos que desarrollar también todos los sectores productivos que sean posibles, más allá del mero energético; y
iv) aprovechar por cierto -en el plano energético- el ciclo de altos precios
y de la “aún” dependencia de combustibles fósiles para mover el mundo, y así poder aspirar a nuevos estadios como
sociedad.
Es hora de cambiar la idea
primaria, es hora de eliminar el “somos ricos” de nuestro discurso político, económico
y social; y empezar a construir un nuevo discurso para comunicarnos e intentar hacer un mejor país a partir de y función del trabajo, del intelecto, de la
innovación, de la creatividad; dar con una nueva forma de ser y hacer como
venezolanos!!!
La tarea no está fácil, pero es hora de empezar...
Rafael Simón Hernández J.