He elaborado un pequeño artículo, acerca de la necesidad de hacer las "apuestas" por el futuro hoy, el tiempo pasa y no pasa en vano...el ejercicio, fue elaborado pensando en el caso de España, pero lógicamente, es extrapolable a nuestras realidades como país, como sociedad, bien en Venezuela, bien en Colombia, bien en México o donde sea... Si queremos dar la batalla en el futuro, los cambios que propulsemos, que hagamos al día de hoy serán vitales.
Aquí la reflexión:
Ciertamente, la crisis económico-financiera que vivimos desde mediados del año 2007, ha puesto serias dudas acerca de la viabilidad del modelo de crecimiento y desarrollo con el que se venía trabajando desde hacía algún tiempo.
En ese particular, a España le ha tocado sufrir en carne propia dolorosas consecuencias, siendo el saldo más evidente el arrojado por la tasa de paro (desempleo), que para el cierre del 4° trimestre de 2009 se ubicaba en 18,83% (cifras oficiales del INE) y amenazando con incrementarse a lo largo del 2010.
España venía sosteniendo parte de su economía sobre el sector de la construcción, y la crisis no ha hecho más que dejar en el mercado, aproximadamente, un millón de viviendas (terminadas o por terminar) a la espera de su salida o venta, con todos sus efectos y daños colaterales. El modelo, al menos el de seguir con la construcción de viviendas en el corto/mediano plazo, parece no ser viable.
En procura del alivio a tal situación, el Gobierno de España ha salido al ruedo con un plan de infraestructura para, en colaboración público-privada, llevar a cabo la construcción de obras por valor de 17.000 MM Euros en los próximos dos años, fundamentadas en el sector transporte (ferrocarriles y carreteras), tanto para el desarrollo de proyectos nuevos como el de conservación y mantenimiento de otros.
No obstante -y debe quedar claro-, el plan es un plan de ataque de corto plazo, y las apuestas por tratar de desarrollar nuevos sectores hacia los cuales fundamentar las bases del crecimiento y desarrollo de una sociedad como la española son otros, pero ello requiere la inversión de muchos y la apuesta de todos.
Al respecto, hay una campaña muy curiosa titulada “esto solo lo arreglamos entre todos”, y creo que esto es fundamental como “condición inicial” para poder vislumbrar un futuro más allá de dos años, con un nuevo modelo de crecimiento, un modelo distinto, cimentado en sectores diversificados y de vanguardia.
Creo, que con todo el tema de la crisis que se padece actualmente, cambiará sustancialmente el modelo de empresa, y las encauzara (por iniciativa propio o por presión del entorno) a entrar en el concepto de la Responsabilidad Social Empresarial – RSE. Al respecto, me parece contundente y ejemplarizante la definición que daban al respecto, un grupo de expertos en 2005 y recogido en el Anuario de RSE en España 2006, en el que comentan que: “…La RSE se refiere a cómo las empresas son gobernadas respecto a los intereses de sus trabajadores, sus clientes, proveedores, sus accionistas y su impacto ecológico y social en la sociedad en general, es decir, a una gestión de la empresa que respeta a todos sus grupos de interés y supone un planteamiento de tipo estratégico que debe formar parte de la gestión cotidiana de la toma de decisiones y de las operaciones de toda la organización, creando valor en el largo plazo y contribuyendo significativamente a la obtención de ventajas competitivas duraderas…”.
Ahora bien, asumiendo el concepto, adónde apuntar?, sobre cuáles sectores apostar?, cómo apostar?
Una mirada rápida sobre los Estados Unidos de América - USA, nos permite fijarnos en el fenómeno de los ingentes aportes que las principales empresas norteamericanas realizan -consecuentemente- a fundaciones, institutos y universidades en aras de promover la investigación, el desarrollo e innovación en diversos sectores. Por supuesto, nada es gratis, y las empresas saben que muchos de estos desarrollos en talento humano y de bienes/productos/servicios pueden mañana formar filas en su organización, en procura de consolidar aún más sus posiciones en el mundo empresarial.
Ese fenómeno, pudiera servir de ejemplo para ser replicado en masa por las empresas españolas (aquí, hago la salvedad de que ya existe colaboración de empresas españolas para desarrollar actividades educativas y demás); y no esperar sólo las ayudas o partidas oficiales para primar tales actividades.
Por ejemplo, con la creación de un “fondo especial de inversión para el desarrollo de sectores de avanzada”, podrían canalizarse los recursos que pudieran disponerse desde las empresas para tales fines, siendo sus cuantías de repente pequeñas en relación a las ganancias/beneficios que experimentan las empresas a lo largo de un año, pero que pueden significar mucho para las actividades de investigación y desarrollo.
Supongamos, que se declarase un aporte a tal fondo del 0,5% del beneficio neto percibido (Aporte = Beneficio x 0,005)…los números que se pueden obtener son significativos. Un ejemplo:
(*) Asumamos 5 empresas del IBEX 35 (Telefónica, BBVA, Santander, Repsol, Inditex). Conociendo sus beneficios netos en 2009 (expresados en millones de euros) y asumiendo un aporte de 0,5% del beneficio neto, se obtendrían en dicho fondo:
Telefónica: 7.592,48 + BBVA: 5.020 + Santander: 8.876 + Repsol: 2.555 + Inditex: 1.253 =
Sumatoria de Beneficios Netos 2009 = 25.296,48
Aporte al Fondo para I+D+I = 25.296,48 * 0,005 = 126,482 MM Euros
Se dice rápido, pero son fondos muy importantes que pueden conseguir dimensiones extraordinarias si se piensan en aportes de todo el mundo empresarial. Sería perfecto además, compaginarlos con fondos gubernamentales para hacer de esto una actividad compartida, mancomunada, en sociedad.
Los sectores?...Revisando alguna vez estudios de prospectiva del Millenium Project, existen ya “visionarios” analizando los sectores e industrias a desarrollar en el futuro (a 20, 30 y 50 años por delante). Por ejemplo: la nanotecnología aplicada a la medicina, al vestido y alimentación; la robótica; el desarrollo del hidrógeno como fuente de energía; la biotecnología; el desarrollo de redes inteligentes del suministro eléctrico; entre otros.
El futuro lo dibujan sectores “más allá del ladrillo”, y no hacer las apuestas a tiempo puede pesar mucho…