PDVSA: Regreso forzoso a la razón del negocio...


Elaborado por: Rafael Simón Hernández

Venezuela hace gala en estos días de grandes convulsiones en la esfera económica y política, ambas siempre con notables nodos relacionales-conductores.

En particular, llama poderosamente la atención, como en sendas noticias, una de la BBC Mundo y otra de un portal de noticias en Venezuela, se hace saber sobre el llamado de atención a PDVSA (la estatal petrolera venezolana) para regresar, forzosamente, a dedicarse a los orígenes de su negocio, que no es más que destinar recursos y esfuerzos para las labores de exploración, perforación, producción y comercialización del llamado oro negro (petróleo).

En los últimos años, la estatal petrolera aparecía en cuanto sarao podía, y para muchos -no sin razón- había perdido su norte, pues estaba ahora como responsable directa en temas agrícolas, así como dedicada también al desarrollo de la industria de la construcción, desarrollo urbano, desarrollo “naval”, hasta de proveer mesitas, camas y cuanto enseres se les ocurra, para poner operativas las casitas que pensaba construir.

Es decir, parecía que los funcionarios de esta empresa tenían bajo el brazo no sólo la responsabilidad en la ejecución de estos proyectos, sino también el manual de operaciones de cómo desarrollar tales actividades junto a la experiencia/experticia que se requiere para tan ambiciosas empresas.

La aventura ha durado poco, y la verdad ha dejado tras de sí una serie de errores catastróficos, tanto por la pérdida de recursos económicos-financieros importantes, como por haber desperdiciado un tiempo valiosísimo para hacer planteamientos serios de cara a un modelo de desarrollo…pero bueno, en medio de hacer mesas, peluches, sembrar plátanos y demás, poco más se puede pedir.

Por supuesto, el fracaso estaba cantado desde el mismo momento en que retas la lógica y el buen hacer de las teorías del desarrollo organizacional.

En primer lugar, porque no existe una hoja de ruta que declare el punto de arranque y el punto al cual se debe arribar (el objetivo), junto a los pasos a ejecutar para llegar a hacerse con ese objetivo…esto en el fondo no es más que “planificación estratégica”.

La planificación estratégica es el corazón del trabajo de una organización. Sin un marco estratégico no sabes a dónde ir ó por qué quieres llegar allí. Por ello, tampoco importa por qué has llegado allí.

El proceso de planificación estratégica no es algo que pueda pasar/darse según vaya surgiendo en una reunión casual o fortuita. Requiere trabajar ideas de una manera muy cuidosa, requiere sentarse a trabajar los planes a desarrollar de una manera rigurosa y exhaustiva. Cuando se desarrolla o revisa un plan estratégico, se establecen los parámetros para el trabajo de la organización. Así, tiene sentido invertir algo de tiempo y energía para el proceso de planificación estratégica.

La empresa va dando tumbos de semana a semana, embarcándose en cuanto proyecto brota de una imaginación casi infinita, enrolándose a la aventura sin mayor reparo.

Con este llamado a regresar a la esencia del negocio, lo primero que se debería hacer es trabajar por “interiorizar” que una organización es un patrón de relaciones por medio de las cuales, las personas bajo el mando de los gerentes, persiguen metas comunes, que son producto de los procesos de la toma de decisiones en el madurar de la planificación.

Por otra parte, las metas que los administradores desarrollan en razón de esa planificación suelen ser ambiciosas y de largo alcance, y para esto resulta fundamental entender que, los miembros de una organización necesitan un marco claro, estable y comprensible en el cual puedan trabajar unidos para alcanzar las metas de la organización.

Por ahora, pareciera necesario repensar la organización, ubicar el norte, sentar sus bases, y sobre todo leer algo de organización, planificación, especialización y división del trabajo, aunque en esto último haya que pasar por los aportes del Sr. Adam Smith…hay varias tareas para el hogar!!!

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