Quiero comenzar diciendo, con absoluta honestidad, que tenía muchísimo tiempo sin estar sentado frente al blog para escribir (sorprendentemente, han pasado varios años), para plasmar ideas ante la oportunidad que me brinda este espacio, para intentar ganarle la partida a una hoja en blanco que puede resultar muchas veces aterradora, pero aquí estoy, con el impulso para intentar retomar esta opción que bien sirve de ejercicio liberador, de catarsis.
Por el título sabrán, de manera inmediata, que me referiré en esta ocasión a ese evento tan peculiar que ha puesto el mundo al revés, literalmente... un fenómeno que viene avasallando espacios desde el último trimestre del año 2019 y que hoy, a estas alturas, a 16 de junio de 2020, tiene a buena parte del planeta aún paralizado, acongojado, sumido en una incertidumbre muy aplastante.
No obstante vale decir que, los párrafos que encadenaré a continuación han sido elaborados / confeccionados / armados desde finales de marzo del 2020 (aproximadamente durante el 23 o 24 de marzo de este año), y fueron hecho como unas "reflexiones tempranas" (tal cual) de mi parte para dar respuesta a algunos compañeros que, viviendo en España y UK, preguntaban mi particular opinión sobre esta pandemia del Covid-19... Hoy creo que es válido dejarlas por aquí, antes que desaparezcan en las extensísimas conversaciones del WhatsApp donde, seguramente, terminarán perdiéndose.
Esos párrafos en modo "reflexiones tempranas" irán por ello en cursivas para especificar y respetar el momento de creación. Empezamos:
Ciertamente, el tema de la pandemia en la que nos ha envuelto el Covid-19 ha sido una tragedia que tiene promotor, con nombre y apellido: China, y en ese sentido, espero que se le haga -en algún momento- responsable de toda esta tragedia, se le condene, porque han jugado, desde y a partir de la ciencia, a poner en vilo la salud de un sinnumero de personas en el globo... Sin ir muy lejos, miremos a Italia y la misma España.
Desde el principio de esta crisis, me han preocupado varios asuntos, q pueden caer tanto en el ámbito de la filosofía y el derecho como en el de la economía... Me preocupaba (y preocupa) desde el inicio, los niveles de información y/o desinformación por los q hemos ido transitando. Mucha gente hablando tonterías, sin consideraciones (en las primeras etapas) científicas, con mucha ligereza respecto al virus, y con medidas de prevención erráticas, lo cual hizo del fenómeno algo mas que desastroso.
Me preocupan mucho también, las limitaciones que se han ido dando a libertades públicas esenciales, porque cuando aparecieron los muertos por el virus fue, relativamente sencillo hacer que la gente saliera de las calles, se confinara en sus habitáculos y se paralizaran todas nuestras vidas. Eso creo que mas de un Estado puede estar pensando aprovecharlo para el futuro inmediato, con el peligro que esto representa, porque puede / podría estar transformándose estados democráticos en democráticos a medias o en semi-autoritarios... Por supuesto, espero estarme equivocando!
Creo que el mundo, después de esta crisis, será distinto, será diferente, va a cambiar mucho; y allí voy en camino contrario a como terminaba su vídeo un gran economista español del que pase un vídeo en estos días (Trias de Bes)... El opina que volveremos a lo mismo; yo no tengo esa impresión, porque con esta jugada, China está buscando moverse por una trocha en busca de ser el poderoso global, en aplicar una de arrebatar el 1' puesto como economía mundial, lucha que tiene contra USA, pero que no creo (ni a balazos) que el catire (Trump) se quede con esa; así que tendremos guerra, al menos comercial, por un buen rato y se van a ir dando los esfuerzos para, junto a esos contendores (USA por un lado y China+Rusia por el otro) tratar de configurar un nuevo orden para el globo.
Los efectos desde la economía son y serán brutales. La parálisis asombra, y lo nuevo es que estamos en una tragedia que afecta tanto el lado de la oferta como el lado de la demanda. Eso es nuevo para todos nosotros, incluso, diría que desde que el mundo es mundo, y eso hará que se vayan tomando medidas muy a ciegas y muy erráticas para intentar resolver aquello!!!
Los Bancos Centrales están (y estarán) imprimiendo cualquier cantidad de dinero (inorgánico, sin respaldo) y eso hará que -a menos que esos Bancos y los Gobiernos respectivos tengan un plan muy afinado de rescate para ese dinero en calle- reaparezcan por el globo episodios de inflación, se reavive el fenómeno, tema perverso que era ya un tema superado en muchas partes del globo. Lo bueno es que, nosotros como venezolanos, somos expertos viviendo en medio de ese fenómeno, pero igual hay que estar muy atentos.
Me preocupa también desde la teoría de los incentivos, desde la arista de quienes nos hemos formado en un arte que busca la optimización de resultados y beneficios, la tentación en la que pueden entrar diferentes gobiernos en el orbe al habérseles permitido, en medio de esta crisis y en principio de manera coyuntural, "tomar" empresas y sectores considerados estratégicos (ha pasado con mucha fuerza en UK, en Francia, etc). Eso puede devolvernos (Dios quiera que no) a esos Estados hipertrofiados, creyéndose empresarios, cuando estamos conscientes de que los Estados, extrañamente, entienden de incentivos, de optimizaciones, de competencia, entre otras.
Por último, ha quedado patente la fragilidad de todos los Estados en materia de infraestructura sanitaria como para atender, sin entrar en crisis, una emergencia como ésta. Tendrá que verse, si de aquí en adelante, se dedican mas recursos a la investigación y al desarrollo en el área de Salud (?), habrá que ver si se invierte más en infraestructura medica (?), si se hacen inversiones cuantiosas en materia de prevención (?), etc.
De tal manera que dejo aquí algunas consideraciones de mi parte, con algunas interrogantes abiertas respecto nuestro futuro inmediato, por los resquemores que tengo respecto a:
1) Limitaciones a libertades públicas;
2) Limitaciones a la información;
3) Reformulación de los Estados democráticos;
4) Restricciones a las opciones de movilidad en el globo;
5) Primeros pasos para algún mecanismo de Governanza Supranacional al elegir bandos en medio de la disputa global;
6) Inflación;
7) Limitantes a libertad de empresa y competencia, así como
8) Fragilidad institucional
Dejo para el cierre, la frase con la que finalizaba mis comentarios para esos amigos en esa oportunidad: Tenemos tarea para el Hogar!!!
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