Desde hace algunos años, Venezuela -como un todo- ha estado experimentando, y cada año con mayor fuerza, el fenómeno de la migración de sus pobladores.
Mucho se ha comentado que este fenómeno es "nuevo" y cuando menos "raro" para nosotros. Venezuela siempre fue un país receptor de inmigrantes. El fenómeno de irse resultaba -hasta hace muy poco- algo extraño, algo poco concebible para el ciudadano común, era un fenómeno descartado casi en su totalidad vista nuestra idiosincrasia, nuestros valores y dadas las opciones aquí para hacer vida en lo personal y en lo profesional, a pesar de...
Es harto conocido y estudiado en la literatura referida -principalmente- a demografía e historia como Venezuela fue, durante mucho tiempo, el mercado final objetivo de poblaciones migrantes, esto desde finales de siglo XIX y con mucha más intensidad durante el desarrollo del siglo XX.
Aquí han hecho vida por décadas colonias muy importantes de italianos, españoles, portugueses, árabes, sirios, turcos, peruanos, colombianos, ecuatorianos, chinos y otras muchas nacionalidades. Pero el fenómeno ha empezado a revertirse desde hace algunos pocos años, y bien vale decir -por qué no- que el fenómeno del venezolano buscando espacios para hacer vida en el exterior se ha "exponenciado" en una correlación cuasi perfecta a la par de tener como fuerza política dominante al chavismo.
El venezolano ha decidido desde hace pocos años salir al exterior a buscar espacios donde vivir, donde hacer, donde respirar, donde tener a sus hijos, donde asentarse profesionalmente y prestar sus mejores servicios en los mejores años de vida productiva.
Los últimos meses han servido para poner el tema sobre la mesa con sendos estudios científicos que refieren y analizan la situación. Uno, que ha tenido como vocero/representante al sociólogo Tomás Páez y donde han trabajado científicos de la UCV y del Instituto de Altos Estudios Sociales de Paris, y el otro un estudio muy importante del reconocido Instituto de Investigaciones Económica y Sociales (IIES) de la UCAB.
Los resultados pudieran resultar "alarmantes" para los dirigentes de cualquier otro país excepto el de Venezuela, porque quienes se están yendo son personas altamente calificadas. Esos resultados dan cuenta que, aquellos que han decidido irse con carácter permanente tienen:
i) con bachillerato completo;
ii) carrera universitaria completa de 5 años;
iii) 1 o 2 postgrados en su haber;
iv) el manejo instrumental -al menos a nivel intermedio- de un idioma extranjero, y
v) con varios años a cuestas de experiencia profesional / gerencial.
Léase: se está yendo el lomito!!!
En esa sangría, Venezuela está perdiendo profesionales de todas las áreas (ingeniería, medicina, arquitectura, administración, psicología, físicos, químicos, artes, entre muchas otras), con muchísimo potencial, que ya han dejado huella en otros países del orbe donde se han asentado, como lo hicieron por ejemplo y sólo por mencionar alguno, los venezolanos que venían haciendo vida en el mundo petrolero y que migraron a Canadá y Colombia a raíz de ser expulsados de PDVSA con aquel Chávez / Sabanator del año 2002; personal éste que ha hecho posible un repunte fantástico de la producción de crudo en esos países.
Todos esos profesionales que se están yendo hoy (y es increíble la cantidad de personas conocidas que hasta ayer no lo pensaban y hoy hacen planes lamentablemente) generan pérdidas para el país no sólo en términos de su población, sino en la calidad de sus pobladores y en las pérdidas económicas potenciales vistas sus opciones de producción.
Puede resultar harto complejo un cálculo concienzudo para lograr determinar, con exactitud, lo que ese 1,0 - 1,3 millones de venezolanos en el exterior (los números no son exactos, pero lo investigadores en la materia lo ubican en ese orden) representan y pudieran generar al país en términos de producción, pero yo sugeriré un cálculo muy simple.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela se ubicó, para finales del año 2013, en aproximadamente $398.000 MM (vale destacar que ésta resulta en una estimación, porque a estas alturas aún el BCV no ha se ha dignado a publicar de manera formal el resultado para cierre del año pasado); y que siendo nuestra población de unos 29 MM de habitantes (+/-), pudiéramos estar hablando de un PIB pér cápita -a cierre de 2014- de $13.724.
Visto ese resultado, el primer dato que habría que destacar es, y vale aclarar que voy a:
i) Obviar los indicios de recesión que se tienen hasta ahora para el año en curso en la economía venezolana;
ii) Voy a suponer que las opciones de producción en el año 2014 fuesen las mismas que en el año 2013;
iii) Que esos venezolanos que hoy se han ido pudiesen estar activos, empleados, produciendo; y
iv) Se repitiera entonces el mismo resultado -en términos de PIB- para finales del año 2014 que para 2013...
Que esos venezolanos habrían podido aportar hoy a nuestra economía / producción unos $15.096 MM = he multiplicado el estimado que se hiciera del PIB pér cápita para finales del año 2013 por 1,1 millones de venezolanos como promedio de éstos haciendo vida en el exterior.
El número no es poca cosa!!!
Imaginemos además y para no complicarnos, una economía que fuese experimentando idéntico resultado por los próximos 10 años... insisto, se puede complicar el ejercicio si asumo tasas de crecimiento en términos reales para nuestra economía para los próximos 10 años, tasas de crecimiento para la población venezolana, estimaciones de tipo de cambio sobre los cuáles hacer la conversión de los bolívares que significan internamente nuestra producción para llevarlos a una comparación en una moneda más estable y propicia para comparaciones (USD), estimaciones para la tasa de crecimiento para esa masa de connacionales que hoy visualizan opciones en el extranjero; pero en siempre con el ánimo de simplificar el ejercicio supongamos lo más sencillo = el mismo resultado de nuestra economía para los próximos 10 años.
A la vuelta de un período como ese, esos que ya se han ido podrían significar $150.965 MM, el 38% de lo que fue el total de nuestra economía para cierre del año pasado.
Para el país esta debería ser una señal de alerta con el ánimo de propiciar cambios (en lo político, en lo económico, en lo social, etc.) para bien, porque no sólo son las pérdidas potenciales que podemos tener si seguimos perdiendo cerebros, como se dice coloquialmente, sino por las pérdidas que revisten la inversión que ya se ha hecho para formar a esas personas hasta el presente.
Un país se desarrolla no por tener bajo sus píes petróleo y nada más, se desarrolla por la innovación, por la creatividad, por un hacer más y mejor por parte de su gente, y por allí también se nos están yendo las opciones para alcanzar un nuevo y mejor estadio como sociedad.
Ojalá los que hoy nos gobiernan pensaran en ello de manera consciente, sin ataduras ideológicas y asumieran la toma de decisiones que se requiere para poder hacer -desde ya- un mejor país, porque la política sin duda afecta y determina nuestras opciones de hacer hoy y de nuestras acciones futuras... Venezuela ha demostrado que en eso, en la influencia de la política sobre el accionar de su gente, es una campeona.
Ah, por cierto, ese cálculo grueso / basto / simple / sencillo de cuánto podría significar la pérdida en términos de producción para el año 2014 de quienes ya se han ido ($15.096 MM) es mayor que lo que estamos perdiendo anualmente por el subsidio a la gasolina. Creo que vale la pena pensar en ello;
RSHJ
P.D. Aquí el link a un trabajo del IIES que puede resultar de interés en ese sentido. Ver: http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/IIES/recursos/Temas%20de%20Coyuntura%2063/1.La_emigracion_Venezuela_Freitez..pdf
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7142253039729307674#allposts
No hay comentarios:
Publicar un comentario