El año 2020 nos ha traído -inesperadamente- sorpresas a granel, pero sin duda el factor o episodio determinante en todo esto ha resultado el Covid-19... un virus que nos ha puesto, a todos, en una situación compleja, difícil, llena de episodios nuevos (como la confluencia de shocks negativos por el lado de la oferta y la demanda de manera simultánea), generando incertidumbre por doquier, y que obligará a muchos actores a hacer un alto ante una encrucijada determinante sobre asuntos políticos y económicos que plantearán, necesariamente, la lucha frontal que a partir de aquí tendrá lugar entre nuestro gigante del norte (USA) y el dragón asiático (China).
Ya, desde el mismo momento de la llegada de Trump a la silla de mando en la Casa Blanca, el asunto ha estado entre los issues de primer nivel del mandatario estadounidense, pero sin duda se han agravado a raíz de todo el evento de la pandemia.
Desde finales de los 90´s recuerdo los miles de fans y adeptos del modelo que promueve China, y vale decir que aunque los sigo observando sigo sin entenderlos, la verdad, o tal vez estén embelesados con aquel comentario, que nunca se ha confirmado, respecto a que el crecimiento de China es/fue tan fantástico que han salido de allí -en los últimos años- más de 1 millón de nuevos millonarios (personas en posesión de USD 1 millón o más); fans que han apostado desde entonces que China logrará poner en jaque a USA en el plano económico, y conseguirá la supremacía en ese estadio concreto.
Sólo por cultura general vale recordar que, China ostentó -por años- el puesto número 1 en materia de generación de riqueza, bienes y servicios, que podemos simplificar en aquello que se denomina Producto Interno Bruto (PIB)... sí, China figuró como tal en esta materia hasta, aproximadamente, 1868 cuando fue desplazado de la posición de liderato por, justamente, los Estados Unidos de América, una nación nueva, jóven, con un motor de crecimiento y bienestar únicos montado sobre la inventiva desatada con la Revolución Industrial.
Desde entonces a la fecha, ha corrido mucha agua bajo el puente, pero como resumen sintético podríamos decir que han recorrido, éstos dos países, una senda diametralmente opuesta:
.- USA, montado sobre los pilares de la democracia, donde se ha valorado el esfuerzo, la inventiva, el conocimiento, la libertad de elección, la libertad de empresa, el desarrollo, a pesar de las críticas que algunos resentidos puedan esgrimirle; y por el otro
.- China, un país que ha visto varios períodos violentos internamente, entre ellos uno muy largo como la guerra civil que libraran desde agosto de 1927 hasta octubre de 1949 (más de 20 años) y que derivó en que el Partido Comunista -liderado por Mao- se hiciera con el poder. Desde entonces, China ha destacado -en lo político- por constituirse en una dictadura sociocomunista, que ha visto pasar sólo 5 presidentes en más de 70 años de la llegada la revolución al poder, y en materia económica han pasado de vivir el hambre y la penuria que consiguiera al seguir fielmente los preceptos comunistas (de manos de Mao), a dar giros estratégicos hacia una "apertura" económica", que propiciara Deng Xiaoping a partir de 1979, que les permitió revitalizar su economía, adentrarse en una senda de consumo significativa, de crecimiento en sectores muy importantes; pero a pesar de ello yo, al menos, nunca la podría catalogar de "economía de mercado", porque en realidad existe un gran aparato estatal que es empresario, que promueve practicas diversas en su afán de crecimiento, a punta de subsidios, a punta de salarios bajos para una masa ingente cuasi esclava, envueltas en un sinfín de distorsiones.
Desde hace años éstos dos se observan de cerca, luchan, "compiten", ostentado USA el 1° puesto en materia de generación del PIB y China el 2° lugar, con estructuras industriales entrecruzadas, de cierta manera, interdependientes; pero con el Covid-19 y los efectos que se han desatado, la Administración Trump está en la decisión de promover el desacople con los asiáticos.
La película recién empieza, pero sin duda pondrá "a todos en el globo" en la necesidad de tomar partido, de tomar decisiones... o con uno o con otro, porque pareciera no podrán existir medias tintas.
Las pretensiones de China por el liderato en la materia no son nuevas, sus estrategias para alcanzar el objetivo tampoco, y en ese sentido han ido desarrollando desde hace, al menos 20 años, su aterrizaje económico/político/institucional en países a lo largo del globo para buscar aliados que les garanticen acceso a bienes básicos, acceso a insumos estratégicos, mercados donde colocar sus mercancías y apoyos irrestrictos en los órganos multilaterales de los que participan (ejemplo: Naciones Unidas, OMS, entre otras).
La conquista de China ha sido silente, algunos especialistas la han llamado "La Nueva Ruta de la Seda", para la mayoría de la gente ha sido disimulada, se han movido de manera discreta aunque sus aportes monetarios en esa compra de socios no sean para nada pequeña o despreciable. En lo personal creo que, ellos sí han estado ejecutando una política del nuevo colonialismo en el orbe, aunque las quejas al respecto siempre se le han endosado a USA.
Por ejemplo, China se han apropiado de buena parte del África. Ha entrado en cada Estado (salvo unas notables excepciones) y les ha puesto a disposición sumas enormes de recursos para que sus gobiernos ejecuten obras de infraestructura, logren el acondicionamiento para su soporte institucional o sencillamente logren apertrechar a su régimen de turno en el poder. De cuánto estamos hablando?... por mencionar algo... entre 2005 y 2015, las inversiones chinas en África daban cuenta de más de USD 220.000 Millones en "préstamos".
En Europa han hecho, exactamente lo mismo... Allí, en Europa del Este, enmarcados en esa Nueva Ruta de la Seda, han ido configurando el Grupo de 17+1, un grupo donde China pudiera estar generando influencias decisivas sobre un corredor de países que van desde el Mar Báltico hasta el Mar Mediterráneo.
En Latinoamérica, China ha entrado también. Uno de los mejores ejemplos ha sido Venezuela, cuando de manos del gobierno de Hugo Chávez se fueron generando préstamos discrecionales por montos cercanos a los USD 50.000 Millones (o más); y así otros tantos puntos en la Región.
Como decía antes, esa intrincada red de relacionamiento entre China y otros Estados Nación a lo largo del orbe, se ha ido dando cada vez con mayor fuerza, buscando China apoyos incondicionales ante sus pretensiones. Todos esos paquetes de estímulos para propiciar ese "club de amigos" se ha dado con un par de características muy singulares:
1) El crecimiento económico que puede haber propiciado la inversión de China en estos países, por ejemplo en África, no han supuesto mayores cambios en el índice de desarrollo humano y menos en el respeto a derechos humanos. Al día de hoy, el 60% de la población en África están bajo la condición de "pobreza extrema" (personas que ganan USD 2 o menos al día), otro 20% resulta en una población que fluctúa dentro de la pobreza
al ganar entre USD 2 y USD 4 al día, por mencionar algún dato; y
2) China ha promovido estas asociaciones con los gobiernos de turno, sin preguntarle a los receptores nada respecto a su historial político, nada sobre su respeto a DDHH, nada sobre sus niveles de corrupción, menos sobre sus planes de gobernabilidad y transparencia; porque en definitiva no les importa!!!
El mensaje de fondo enviado por China es: ven, asociate conmigo, puedes crecer, puedes conseguir ciertos niveles de bienestar; sin tener que jugar a la democracia... mírame a mí, no lo soy, no creo ni promuevo la democracia y nos ha ido bien.
Este mensaje, sin duda, lo ha acentuado en los últimos años el actual mandatario del país asiático (Xi Jinping). Desde que Jinping llegara al poder (14 de marzo de 2013) ha ido desarmando internamente todo el aparato de participación del "partido único chino". Ha ido cercenando los mecanismos de participación que tenían los afiliados al partido y eliminando el liderazgo colectivo. Jinping ha suprimido las limitaciones para el ejercicio de la primera magistratura (las reglas del juego), y ha ido reforzando el sistema autoritario que le permita asegurar sus opciones del poder por lo que le reste de vida. Por decirlo sintéticamente, ha ido perfeccionando los mecanismos para convertirse en un "tirano global".
Como decía, el mundo al completo se va a tener que enfrentar a la disyuntiva de tomar decisiones, de tomar partido, de elegir qué quieren ser y hacer. Tendrán que esgrimir, con fuerza, si optan por:
.- La libertad, la democracia, la justicia, la capacidad de elegir, la opción de decidir tu destino, tener libertad de empresa, luchar por la transparencia y el trabajo constante por el respeto a los DDHH; o
.- La aceptación de una nueva esclavitud, la aceptación de las leyes que imponga el tirano mundial, la aceptación de la falta de información y transparencia, formar filas para vivir la nulidad decisoria sobre tus opciones de vida, y aceptar con agradecimiento las migajas que te puedan dar, desde la cima del poder, para que te mantengas con vida y sigas trabajando (en calidad de servidumbre).
Probablemente para muchos China sea una caja de pandora, un elemento desconocido a pesar de que sea un país enorme -con casi 9,6 millones de km2-, además de un montón de gente (más de 1,4 Mil Millones de personas y contando), de la que llegan a diferentes puntos del orbe un número cuantioso de productos terminados, pero dejo para que asienten la reflexión dos anécdotas que espero sirvan para entender lo complejo que puede ser aceptar quedar bajo su poder, aceptar quedar en sus manos:
1) Hace ya algunos años estuve haciendo estudios en una Escuela de Negocios en España en la Región de Valencia. Allí, en los primeros meses, tuvimos un curso de Cultura Europea en la que participaban los alumnos de todos los máster's de la institución, y al final del mismo, los alumnos, independientemente del máster que cursábamos, se agruparon por país, y armamos una presentación para darle a conocer al resto, las bondades de nuestro lugar de origen. En ese momento, participaban dos alumnas bastante jóvenes de China Continental, y cuando les tocó su oportunidad dieron una exposición bastante cargada de nacionalismo, de sentido patriótico (nunca supe si era hijas de algún dirigente de la nomenclatura), y la final de la exposición, en un tono muy militarismo comentaron que "por cierto, Hong Kong, el Tibet y Taiwán son nuestros, y estaremos siempre en la disposición absoluta de aplicar la fuerza para recuperar por completo nuestros territorios, y liberar las dudas de cara al resto del mundo"... ese mensaje marcó; y
2) En la región de Sinkiang, al oeste de China, el gobierno central de China mantiene desde 2016 una persecución feroz contra la minoría uigur de ascendencia musulmana. Hoy día allí existe, aproximadamente, 1 millón de personas literalmente encerradas en verdaderos ghetos que ellos (los chinos) califican de "centros de re-educación" (?) donde están obligándoles a cambiar sus formas, sus hábitos, sus creencias, apelando al reacondicionamiento mental de esas minorías para anular cualquier foco de perturbación que cuestione o ponga en dudas la validez de sus estructura de poder.
Termino este artículo comentando que, puede que muchos de los que lean estas líneas piensen que éstas son exageraciones, puede que muchos no vean el juego en el que estamos inmersos (aún sin querer), puede que no entiendan cómo se han ido moviendo las variables de decisión o cómo engranan las piezas de esta maquinaria; pero tarde o temprano -seguramente más lo segundo que lo primero- nos encontraremos de frente con esa disyuntiva, con la necesidad de tomar partido, con el imperativo de ir a un lado o al otro. En ese sentido, tres comentarios finales:
1) La estrategia neo-colonial por parte de China (y otros amigos de ese bando) es tan real que hoy existen países en África que han cedido espacios territoriales para que éstos cobren sus préstamos; y en Latinoamérica -sin ir muy lejos- pienso que Venezuela, que atraviesa un período oscuro y destructivo de manos del chavismo-madurismo que ya cuenta con 21 años en el poder, se está a un tris de ser declarada "colonia" (de China, de Rusia, de Irán y de la cercana Cuba);
2) Francisco de Miranda dijo alguna vez que "La tiranía no puede reinar sino sobre la ignorancia de los pueblos"; y
3) "No es la tiranía lo que deseamos, sino la paz justa, limitada y un gobierno federal", Alexander Hamilton.
En ustedes reflexionar, hacer filas y poner manos en acción,
Rafael Simón Hernández J.